-¡¡Titón...Titón!!
Una dulce voz llamaba al viejo
Flaimer, parecía lejana pero cada vez se escuchaba con más claridad.
- Está muy débil pero los
remedios herbales ya deberían haberle hecho efecto -dijo casi susurrando para
sí misma-.
Titón se
esforzaba por abrir los ojos. Sus parpados le pesaban y se resistían a
abandonar el placentero descanso, aunque con frecuencia, unas tenebrosas
pesadillas le invadían haciéndole
estremecerse en su lecho.
- ¡Vaya! parece que comienza a
despertarse.
El anciano por
fin terminó de desperezarse y su visión, borrosa al principio, comenzó a
hacerse más nítida. Sus ojos tropezaron con el joven rostro de su cuidadora.
Enseguida la reconoció, era Rafi la
sanadora del Bastión. El viejo mago sintió una oleada de esperanza ante la
dulce visión del rostro de Rafi, bello y
reconfortante. La joven sanadora vestía con una túnica inmaculadamente blanca
con bordados florales de color verde que
transmitía sensación de tranquilidad y esperanza. Era el clásico atuendo de los
curanderos. Rafi era morena, sus ojos grandes y vivos miraban a Titón con la
ternura y preocupación propia de los sanadores. Llevaba el pelo suelto en una melena
larga que acariciaba su cadera y con sus manos pequeñas, abofeteaba suavemente
la cara del anciano para que despertara.
- ¡¡Chiquilla!!- exclamó Titón, con
una mezcla entre reproche y broma, despertando finalmente- si sigues dándome
bofetones seguramente vuelva a caer inconsciente.
- ¡¡Vaya!! ¿Esas tenemos? -exclamó
Rafi fingiendo enfado- una desviviéndose por sacarte de las garras de la muerte
y venimos con remilgos.
El
aspecto de Rafi siempre engañaba pues aunque su carácter afable y su aspecto
inocente hicieran pensar otra cosa, lo cierto es que su genio era temible, no
era sensato hacerla enfadar.
- Dime Titón ¿Cómo te encuentras?
-solicitó Rafi con preocupación mientras posaba la mano sobre la frente del
mago-.
- Estoy muy cansando... pero… ¿qué
ha pasado? - preguntó Titón mientras movía la cabeza y miraba a los lados para
reconocer el lugar visiblemente consternado.
Se dio cuenta
de que se hallaba en una habitación mediana y pulcramente adornada con madera
de roble pero alrededor de la cama había unas cortinas de seda blanca que
impedían vislumbrar más detalles. Se percató de que era de día pues la luz entraba
abundante por la ventana y también de
que había otras personas en la habitación además de Rafi pero el dosel de la
cama impedía ver con claridad más allá. Sin duda estaba en las Casas de
curación, lugar del Bastión destinado a estudiar la magia sanadora y reposaban los enfermos durante su recuperación.
La joven comenzó a explicar.
- No quiero cansarte más de lo
que estás pero resumiendo mucho la historia, cogiste la Rosa dorada y te fuiste
a por Górmul sin contar con nadie. Desde aquel entonces han pasado dos días
hasta que te encontraron en medio del campo de batalla, rodeado de huesos
calcinados, malherido y al borde de la
muerte.
El viejo Flaimer
contrajo su rostro en un gesto de preocupación. Ahora los recuerdos volvían
poco a poco a su cabeza, describiendo una batalla imposible entre vivos y
muertos en la frontera del bosque Sombrío. Aquellas pesadillas no se alejaban
mucho de la realidad que había vivido antes de quedar inconsciente.
-¿Cómo he llegado hasta aquí?
Recuerdo que yo estaba...
Titón no
terminó la frase cuando una de las figuras que se movían por la habitación se
acercó cojeando a la cama y corrió el dosel que cubría el lecho.
- Creo que a esa pregunta te
podría contestar yo -dijo el recién llegado-.
-¡¡¡Finred!!! -exclamó Titón-
¡¡Estás vivo!!
- Bueno, por los pelos -dijo
Finred mientras se miraba la herida, ahora debidamente vendada, causada por una
flecha enemiga-. Cuando terminé de poner
a salvo a los elfos más rezagados me acordé de tus palabras. Me prometiste que
nos encontraríamos en el bosque pero no fue así. Pregunté a los refugiados pero
nadie te había visto así que cogí un pequeño destacamento de guerreros y
regresamos al lugar donde nos habíamos separado. Al llegar nos encontramos el
terreno totalmente devastado y un gran ejercito de No-muertos que se retiraba.
Buscamos entre los cadáveres y me asusté mucho cuando te encontré tirado en el
barro, pero me di cuenta de que respirabas débilmente, te recogimos y te
trajimos lo más rápido posible de regreso al Bastión.
Titón quedó pensativo y preguntó:
- Entonces ¿sabéis lo que sucedió
con Górmul?
- Esperábamos que nos pudieras
contar más acerca de lo acontecido en tu combate contra Górmul, pero Finred nos
ha hecho un buen resumen de lo sucedido. Además, no paran de llegar mensajes al
Bastión pidiendo auxilio. La situación en tierra firme es desesperada –explicó Rafi
muy acertadamente-.
Titón se llevó
las manos a la cabeza y se frotó las sienes tratando de pensar. El anciano se
destapó e intentó incorporase pero al levantarse se mareó un
poco y tuvo que acostarse de nuevo.
- No tan rápido Titón- dijo Rafi
con ternura- tienes que descansar y alimentarte. Llevas casi tres días inconsciente.
Titón protestó:
- Necesito convocar una asamblea,
Dambil está en serio peligro. El consejo de los 18 debe reunirse para...
El anciano no había terminado la
frase cuando otra persona irrumpió en la habitación portando una bandeja y dijo
con voz solemne:
- No te preocupes Titón, el Consejo
se reunirá pero antes debes reunir fuerzas para contarnos todo lo que sabes.
Diciendo esto el joven muchacho
dejó la bandeja en una mesita cercana a la cama.
El joven era Juan
de los Wouters. Siempre había sido uno de los miembros más queridos del Consejo de los 18 pues era simpático y
gastaba bromas continuamente. A veces le costaba mantener la boca cerrada y en
ocasiones se había llevado más de una reprimenda por ello. Era
inmensamente grande y de complexión robusta, pues estaba acostumbrado a la caza y era muy
diestro con el martillo de guerra que solía llevar colgado a la espalda. Su
rostro era amable y sus cabellos eran
cortos y negros como el hollín. Vestía un jubón de cuero ceñido, era la
vestimenta común para salir de caza, y en su cintura llevaba una pequeña
bandolera llena de toda clase de utensilios de campo con una espada ligera en
el costado izquierdo. Le gustaba tanto comer que tenía cierta facilidad para la
cocina. La hora de comer era sagrada y siempre se entregaba con toda su alma en
la preparación de cualquier manjar para terminar con el hambre que rugía en su
estómago.
Titón saludó a
Juan y este le contestó con una pequeña reverencia.
- Titón, vengo de las cocinas. Rafi
me dijo hace unas horas que estabas mejorando
y fui a cazar algo. Necesitas recuperarte dijo señalando la bandeja-.
Bajé hace un rato a tierra firme y conseguí atrapar un conejo de las cuevas. Su
carne es tierna y lo he preparado yo mismo con una vieja receta familiar.
- Muchas gracias, tiene una pinta
estupenda- dijo el mago mientras notaba que el olor del guiso le hacía salivar
recordándole que su estómago llevaba vacío varios días y que necesitaba comida
con urgencia, no obstante apartó unos segundos el deseo de comer y preguntó al
muchacho- Cuéntame, Juan ¿qué sucede por
ahí abajo?
Juan se sentó
al borde de la cama con aire preocupado, era muy raro verlo en ese estado pues
estaba casi siempre risueño. Su respuesta no parecía ser muy esperanzadora.
- Las noticias son inquietantes,
las gentes hablan de muertos que se levantan para atacar aldeas y ciudades.
Pero al parecer los No-muertos dejaron de atacar y, como si alguien los hubiera
llamado, comenzaron a marchar hacia el norte, a las tierras heladas que antaño
fueron Siempreinvierno. Ahora la gente no sabe qué hacer, tienen miedo pues las
legiones de muertos son inmensas y arrasan todo a su paso. Los rumores dicen
que el Innombrable despertará de entre los muertos para cobrarse venganza.
Todos
permanecieron callados, las palabras de Juan los había sumido en un estado de reflexión.
Titón rompió el incómodo silencio y dijo:
- El Consejo de los 18 debe
reunirse de inmediato.
Sin decir nada
más trinchó un muslo del sabroso conejo y se dispuso a dar buena cuenta del guiso,
sin dejar de rumiar las últimas palabras de Juan:
"El Innombrable volverá de
entre los muertos para cobrase venganza".
Me a encantado espero que todo vuelva a la normalidad
ResponderEliminarLuis
Nena que chuleta mi maestro
ResponderEliminarElisea
Maestro me ha en cantado
ResponderEliminarOlee ese maestro esta chulisima la historia
ResponderEliminarOlee ese maestro esta chulisima la historia
ResponderEliminarMe ha encantado
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